“Tras la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) en 2007, el sector hortofrutícola ha perdido capacidad para hacer frente a las crisis coyunturales. Los productores nos encontramos completamente expuestos al mercado, padeciendo las presiones de la gran distribución y de las importaciones a bajo precio y debemos afrontar crisis de precios más frecuentes, menos predecibles y más virulentas", ha afirmado David Borda, responsable de fruta dulce de COAG.
COAG viene reclamando históricamente la reforma del sistema de gestión de crisis, que desde su modificación en 2007 no ha servido para el fin para el que fue creado. A la ineficacia de las medidas actuales se suma la infrautilización de las mismas por las Organizaciones de Productores (OPs).
En este sentido, el responsable del sector de fruta dulce de COAG, David Borda, ha destacado la necesidad de establecer un nuevo “sistema de gestión de crisis grave” que permita afrontar las crisis generalizadas en momentos clave de la campaña y que no pueden atacarse desde las organizaciones de productores (OP), debido al bajo nivel de concentración de oferta que poseen en la actualidad y a las limitaciones financieras que tienen para ello.
Piden un sistema que actúe mecánicamente con una "compensación digna"
Borda ha explicado que “es imperioso establecer un sistema de retiradas ágil y accesible a todos los agricultores, financiado al 100% con fondos públicos y que actúe automáticamente con una compensación digna cuando los precios alcancen niveles que comprometan seriamente la rentabilidad del agricultor”.
Asimismo, considera que se hace imprescindible para los fruticultores que se mejore el acceso a la cosecha en verde y la no cosecha, operaciones permitidas en la actual legislación pero que apenas son utilizadas.
“La utilización de estas medidas permitiría gestionar las crisis de mejor forma ya que el producto no llegaría a las centrales de compra y no presionaría la oferta al alza, reduciendo además los costes que asume el agricultor y la central en el proceso. Por ello, entendemos que deben favorecerse y mejorarse la financiación de estas medidas”, ha señalado el responsable de COAG.
Agricultores franceses; los nuevos gendarmes
Por otro lado, resulta lamentable que las autoridades francesas y algunos representantes de los agricultores no hayan condenado los ataques, sino más bien, los han justificado argumentando los envíos no cumplían la legislación francesa. Alegan que alguno de los camiones que se vieron envueltos en el incidente no disponía de la documentación necesaria en relación a la venta de la mercancía, algo que aún está por verificar, y consideran que la actuación fue adecuada, atendiendo al nerviosismo en que se encuentra sumido el sector.
En este sentido, Borda ha declarado “si los agricultores franceses son los encargados de velar por el cumplimiento de las leyes de ese país, esperemos que la gendarmería tenga buenas artes en la agricultura, o lamentaremos el deterioro de su capacidad productiva”.